❞alquds.news│El municipio de Gaza confirmó que la ciudad sufrió una destrucción generalizada y sin precedentes durante la guerra de exterminio que se libra en la Franja, a pesar de la declaración de un alto el fuego, y señaló que alrededor del 85% de la infraestructura resultó dañada directa o indirectamente, en lo que se describió como “la destrucción más extensa en la historia de la ciudad”.
Las organizaciones de la ONU advierten que el bloqueo continuado y las restricciones a la entrada de materiales de construcción y equipos necesarios retrasarán la reconstrucción durante muchos años y amenazan con el colapso de los servicios públicos básicos, en particular en las áreas de agua, saneamiento y residuos. │Diario Al-Quds Libération صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
El portavoz del municipio de Gaza, Hosni Muhanna, dijo en un comunicado de prensa el lunes que los daños afectaron a varios sectores vitales, incluyendo las redes de agua y alcantarillado, carreteras, instalaciones públicas, edificios de servicios, educativos y económicos.
Explicó que “Gaza hoy necesita una reconstrucción integral, desde la reconstrucción de la infraestructura hasta la puesta en marcha de los servicios públicos, ya que la guerra no ha dejado ninguna zona ni sector intacto”.
Muhanna señaló que la cantidad de escombros resultantes del bombardeo supera los 70 millones de toneladas, lo que representa “cantidades enormes que exceden la capacidad de los municipios del sector para gestionarlas, especialmente después de que la mayor parte de su equipo fuera destruido y se impidiera el ingreso de la maquinaria necesaria”.
Explicó que la remoción de escombros representa el mayor desafío para los esfuerzos de reconstrucción, dada la continua asedia y el cierre de los cruces, e indicó que el municipio de Gaza hoy solo cuenta con una excavadora después de que la ocupación destruyera 134 de sus vehículos y maquinaria, lo que representa el 85% de su flota operativa total.
Añadió que el municipio “actualmente se ve obligado a depender de equipos del sector privado para llevar a cabo su trabajo diario”, advirtiendo que las continuas restricciones a la entrada de equipos y repuestos “harán que el proceso de remoción de escombros se prolongue durante muchos años, obstaculizando los esfuerzos de recuperación temprana y prolongando el sufrimiento de los residentes”.
Un desastre sanitario y medioambiental sin precedentes
Según Muhanna, la destrucción no se limitó solo a escombros, sino que la ciudad se enfrenta a un desastre ambiental y sanitario cada vez mayor como resultado de la acumulación de más de 260.000 toneladas de residuos en las calles y vertederos temporales, debido a la dificultad de las operaciones de recogida y transporte.
Explicó que la ocupación impide que los equipos municipales accedan al vertedero de Juhr al-Dik, al este de Gaza, que es el principal vertedero de la ciudad, lo que ha provocado que algunas calles se conviertan en "vertederos a cielo abierto que emiten olores fétidos en barrios atestados de personas desplazadas".
Muhanna afirmó que esta situación “representa una amenaza directa para la salud pública y presagia la propagación de epidemias y enfermedades infecciosas”, señalando que la grave escasez de combustible y la destrucción de la mayor parte de la maquinaria han provocado “una parálisis casi total en la gestión de residuos”, y que el municipio “está trabajando en condiciones casi imposibles y prácticamente sin recursos”.
A pesar de la cruda realidad, Muhanna destacó que el municipio de Gaza está trabajando según un plan de emergencia que se centra en la apertura de calles principales y secundarias, la reparación de las tuberías de agua y alcantarillado y la limpieza de escombros de las zonas residenciales.
Señaló que el municipio también ha elaborado un plan a mediano plazo para rehabilitar la infraestructura en cooperación con organizaciones internacionales y donantes, pero su implementación “depende del suministro de maquinaria pesada, materiales de construcción y suficiente apoyo financiero”.
Explicó que el combustible que llega a través de organizaciones internacionales “solo cubre las necesidades diarias mínimas del municipio” y que, ante la actual crisis eléctrica, la dependencia del diésel se ha vuelto casi total para el funcionamiento de generadores, pozos y estaciones de bombeo.
Desde el inicio de la guerra genocida en la Franja de Gaza en octubre de 2023, las Naciones Unidas estiman que alrededor del 60% de todos los edificios en la Franja han sido dañados o completamente destruidos, mientras que cientos de miles de residentes han perdido sus hogares y sus medios de subsistencia.
