❞alquds.news│A pesar de que ha transcurrido un mes desde que entró en vigor el acuerdo de alto el fuego entre las facciones de la resistencia palestina y la ocupación israelí, los habitantes de la Franja de Gaza siguen sufriendo una guerra distinta: una guerra de hambre. Los pasos fronterizos que debían abrirse para el ingreso de alimentos y medicinas se han convertido en un corredor para productos que ni alimentan ni sacian el hambre: chocolate, bebidas, papas fritas y conservas gourmet, mientras que los productos básicos de los que dependen las vidas de más de dos millones de personas brillan por su ausencia.
Con el bloqueo vigente desde octubre de 2023, más del 70% de la infraestructura destruida y el 90% de las fábricas e instalaciones económicas cerradas, los gazanos viven entre los escombros de sus hogares y con el estómago vacío. Mientras la ocupación habla de abrir los pasos fronterizos, la gente considera que lo que entra es «comida sin vida». │Diario Al-Quds Libération صحيفة القدس ليبراسيون - Global Intellectual Property Registry Nº: 1 607138 370884 All rights reserved ©2016|
Ismail al-Thawabta, director de la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza, afirma: “La ocupación israelí continúa incumpliendo sus compromisos con respecto a la entrada de ayuda y bienes a pesar del acuerdo de alto el fuego, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria y perpetuado el estado de hambre y privación”.
En un comunicado de prensa, agrega que el número de camiones que ingresaron al sector entre el 10 de octubre y el 5 de noviembre no superó los 4.453 camiones, a un ritmo de solo 145 camiones por día, lo que representa aproximadamente el 24% de la cantidad acordada (600 camiones por día).
Responsabilizó plenamente a la ocupación del deterioro de las condiciones de vida y pidió a la comunidad internacional que interviniera seriamente para permitir la entrada de materiales básicos y combustible sin restricciones.
Comida sin vida
Las autoridades ocupantes inundan los mercados con productos de consumo hipercalóricos que carecen de nutrientes esenciales.
Si bien la harina, los cereales, las legumbres, los productos lácteos y la carne están prohibidos, el café, el chocolate y los refrescos están permitidos. Debido a la escasez de combustible, las panaderías, los hospitales y los servicios esenciales operan a mínima capacidad.
Como resultado, los precios se han disparado a niveles astronómicos incompatibles con ingresos nulos, y las mesas de los gazanos carecen ahora de las necesidades más básicas para vivir.
Mohammed Maher (35 años) dice: “Necesito alimentos ricos en proteínas para fortalecer mis huesos tras mi lesión, pero en los mercados solo hay chocolate y patatas fritas. Incluso el pollo congelado está caducado y cuesta 35 séqueles el kilo. Los tiroteos han cesado, pero el hambre continúa”.
Issam (de 60 años) añade con pesar que no puede comprar nada. «No hay leche para bebés, y las patatas y las verduras tienen precios desorbitados. Sobrevivimos a base de queso y tomillo porque son lo más barato, y mi mujer tiene cáncer y necesita alimentos que no podemos permitirnos».
Los productos de lujo inundan el mercado… y la hambruna se extiende.
En las escuelas-refugio de Deir al-Balah, la situación no es muy diferente. Abu Bilal (de 40 años) resume la tragedia: “¿Qué se supone que hagamos con fideos instantáneos, patatas fritas y chocolate? Llevamos más de ocho meses sin comer pollo ni pescado. La ocupación afirma que los pasos fronterizos están abiertos, pero la verdad es que el hambre continúa”.
Otros ciudadanos confirman que lo único que se permite entrar son productos superficiales que se venden a precios exorbitantes, mientras que la harina escasea, el arroz escasea y la mayoría de las familias no tienen ingresos.
Advertencia de la ONU: Niños de Gaza al borde de la inanición
A medida que se agrava la crisis alimentaria, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió el martes sobre los continuos obstáculos impuestos por la ocupación israelí a la entrada de materiales vitales que salvan vidas de niños que sufren desnutrición aguda en la Franja de Gaza.
El portavoz de la organización, Ricardo Pérez, declaró durante una rueda de prensa en Ginebra que 938.000 paquetes de leche infantil lista para usar están retenidos desde agosto del año pasado, advirtiendo que este retraso "pone en peligro la vida de miles de bebés del sector".
Pérez agregó que las restricciones a la entrada de suministros humanitarios esenciales —como kits de maternidad, refrigeradores solares, repuestos, generadores y materiales para la purificación del agua— están obstaculizando gravemente los esfuerzos de las organizaciones humanitarias para satisfacer las necesidades urgentes de la población.
Señaló que el volumen de ayuda que llega a Gaza ha experimentado un ligero aumento en las últimas semanas, explicando que solo 5.500 camiones entraron en la Franja entre el 12 de octubre y el 10 de noviembre, pero que aún se impide la entrada de muchos suministros esenciales.
“Exterminio con el estómago vacío”
La experta en nutrición Yasmine Labad declaró a nuestro corresponsal: “Lo que ocurre en Gaza no es solo una escasez de alimentos, sino una política sistemática para debilitar la infraestructura sanitaria de la población. La ocupación permite la entrada de artículos de lujo como chocolate y estimulantes, e impide el acceso a leche, huevos y carne fresca, lo que provoca la propagación de la malnutrición, especialmente entre los niños, los enfermos y los ancianos”.
Labad agrega que inundar los mercados con artículos de lujo no es una coincidencia, sino más bien un “enfoque deliberado para mantener al sector en un estado de inseguridad alimentaria”, y señala que la escasez de medicamentos y suplementos nutricionales agrava la crisis sanitaria.
Un grito desde el asedio
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